La solución después de la publicidad. Volvemos en unos instantes.
Ya a la vuelta de publicidad sería cuando Pablo Motos diría: "cuidao que eso también podría ser una boquita. Pero por si acaso no le déis un beso".
Pues hoy regresa "El hormiguero", un programa con el cual yo mantengo una relación de amor/indiferencia. Para mi este programa es como los melones, que hasta que no lo abres no sabes que tal será. Muy irregular, para mi gusto excesivamente irregular, tan pronto te encuentras con un chiste o una tonteria genial como con unos chistes y unas estupideces que desafian al buen humor y a la paciencia para no cambiar de canal. Se podría decir lo mismo de sus invitados en ocasiones geniales como fue el caso de Will Smith. Pablo Motos empieza el programa con una especie de monologuillo y ciertamente creo que es algo que no domina. El papel que desempeñan los colaboradores dentro del programa yo si fuera el director del programa me lo haría mirar. Para empezar a los que le ponen voz a Trancas y Barrancas los dejaría de por vida bajo la mesa para que no vuelvan a hacer nunca más esa horrible sección de revistas. El efecto mariposa sobra y que vamos a decir de esa maravillosa sección en la que Jandro muestra sus increibles inventos a los invitados. ¿Jandro no sabe hacer magia? pues que la haga ¡huevos!
Y a todo esto recordemos que recibió el premio al mejor programa de televisión del mundo. Hombre, no es para tanto me parece a mi.
Pero yo voy a otra cosa, en numerosas ocasiones Pablo Motos llevó al programa animalitos salvajes para que sus invitadas les enchufaran un biberón. ¿No será que Pablo Motos tiene una fijación? ¿No será que nos está dando a entender que quiere ser amamantado por una de sus invitadas y utiliza sutílmente esa indirecta? ¿Será esta temporada cuando finalmente Pablo Motos se lance a los pechos de sus invitadas?
Las pruebas de la obsesión por el biberón.
Alesha Dixon
Gorka Otxoa (no os quiero contar lo que Pablo Motos le mamaría a este).
Amaia Montero
Hannah Montana
Raquel del Rosario
Niña Pastori
¿Tengo o no tengo razón? demasiados amamantamientos.
Ya a la vuelta de publicidad sería cuando Pablo Motos diría: "cuidao que eso también podría ser una boquita. Pero por si acaso no le déis un beso".
Pues hoy regresa "El hormiguero", un programa con el cual yo mantengo una relación de amor/indiferencia. Para mi este programa es como los melones, que hasta que no lo abres no sabes que tal será. Muy irregular, para mi gusto excesivamente irregular, tan pronto te encuentras con un chiste o una tonteria genial como con unos chistes y unas estupideces que desafian al buen humor y a la paciencia para no cambiar de canal. Se podría decir lo mismo de sus invitados en ocasiones geniales como fue el caso de Will Smith. Pablo Motos empieza el programa con una especie de monologuillo y ciertamente creo que es algo que no domina. El papel que desempeñan los colaboradores dentro del programa yo si fuera el director del programa me lo haría mirar. Para empezar a los que le ponen voz a Trancas y Barrancas los dejaría de por vida bajo la mesa para que no vuelvan a hacer nunca más esa horrible sección de revistas. El efecto mariposa sobra y que vamos a decir de esa maravillosa sección en la que Jandro muestra sus increibles inventos a los invitados. ¿Jandro no sabe hacer magia? pues que la haga ¡huevos!
Y a todo esto recordemos que recibió el premio al mejor programa de televisión del mundo. Hombre, no es para tanto me parece a mi.
Pero yo voy a otra cosa, en numerosas ocasiones Pablo Motos llevó al programa animalitos salvajes para que sus invitadas les enchufaran un biberón. ¿No será que Pablo Motos tiene una fijación? ¿No será que nos está dando a entender que quiere ser amamantado por una de sus invitadas y utiliza sutílmente esa indirecta? ¿Será esta temporada cuando finalmente Pablo Motos se lance a los pechos de sus invitadas?
Las pruebas de la obsesión por el biberón.
Alesha Dixon
Gorka Otxoa (no os quiero contar lo que Pablo Motos le mamaría a este).
Amaia Montero
Hannah Montana
Raquel del Rosario
Niña Pastori
¿Tengo o no tengo razón? demasiados amamantamientos.