No importa quien es ella, tampoco importa quien es él, los protagonistas no importan porque tú podrías ser uno de ellos. Importan los pequeños detalles de la liturgia anterior a una noche que se presenta mágica y especial, las sensaciones de cerca, a un centímetro de los labios si es posible, esas sensaciones que no saben engañar y que tampoco podrían hacerlo por estar tan alejadas del resto. Importa que sea de cerca.